No es una elección nada fácil y decantarnos por una u otra opción puede suponer un ahorro de 500 euros mensuales, una cantidad realmente considerable, y más en los tiempos en los que estamos.
El periodo de baja por maternidad es en España sólo de cuatro meses, uno de los más bajos de Europa, si tenemos en cuenta que, en países nórdicos este periodo puede llegar hasta un año, y cobrando. Pero no nos desviemos del tema, a los cuatro meses de edad, cuando este periodo de tiempo llega a su fin y nuestros rockill@s empiezan a descubrir poco a poco el mundo que les rodea, llega una etapa crucial en sus vidas y en las nuestras. Es el momento de hacer verdaderos ejercicios de equilibrista para compaginar los horarios laborales con los del peque y de que entren en escena reducciones de jornada, excedencias, cambios de turno u horarios más intensivos. Pero, si no es posible hacer todo esto, ¿quién se encarga del bebé?
1.800.000 niños menores de 3 años en España
Según datos del Ministerio de Educación, en España hay más de 1.800.000 niños menores de tres años y tan sólo cerca del 20% cuenta con plaza en centros de educación infantil autorizados por las administraciones educativas. Los más afortunados contarán con la ayuda de abuelos (sobre todo), tíos u otros familiares, pero los que no dispongan de estos valiosos talismanes, no tendrán más remedio que optar por la guardería o por la contratación de una niñera. Y ahí, claro está, entra otro factor muy importante: el económico, aunque, como aconsejen los expertos, éste no debe ser el único aspecto que determine la elección, sino también hay que tener en cuenta (y son mucho más importantes) las características del niño o las circunstancias personales de cada familia.
Lo primero que hacen estas familias es solicitar plaza en las guarderías públicas, pero la mayoría se encuentran en que es una verdadera lotería que a sus hijos les toque una, así que no tienen más remedio que lanzarse en la búsqueda de las privadas o en una cuidadora particular.
Guardería, que tener en cuenta
En lo que se refiere a la guardería, hay que dedicar algo de tiempo a buscarla, haciendo un pequeño estudio sobre los centros que están cerca del domicilio, del lugar de trabajo, de casa de los abuelos… Lo mejor es que el trayecto a recorrer sea el menor posible. Luego hay que visitarla y ver sus instalaciones, así como al personal. Es importante, tal y como explica consumer.es, que el espacio esté únicamente destinado a guardería, con un acceso propio e independiente, que las aulas estén divididas en función de las edades de los niños y que se cumpla el número de bebés por profesora. En este sentido, la ley establece que para los niños menores de un año el cuidador debe hacerse cargo de un máximo de 8 bebés, para los de 1 hasta 2 años, de 13, y para los que tengan entre 2 y 3, de 20.
Aulas no inferiores a 20 m2, patio o zona de juegos que mida al menos 30 m2 y aseo con inodoros y lavabos en cada aula, adaptados para que los usen los más pequeños, son algunos de los puntos a tener en cuenta, a los que se suman una serie de cosas obvias pero fundamentales como la limpieza, la iluminación natural, la titulación del personal, el trato dispensado a los niños o la seguridad (que las puertas y ventanas estén protegidas, así como los enchufes, cables y aparatos eléctricos fuera del alcance de los pequeños). Además, el boca a boca se torna importante y es beneficioso ponerse en contacto con otras personas que hayan llevado o lleven sus hijos a esa misma guardería, para tener referencias sobre el centro.
Otros puntos determinantes se encuentran en el detalle de las actividades de los niños, los proyectos pedagógicos o el horario, ya que los expertos recomiendan que el niño no esté en el centro más de 8 horas diarias.
Buscando una Supernanny
Es la opción más cara, pero también recurren a ella un gran número de familias, ya que además echa una mano en las labores del hogar. No es fácil seleccionar una persona que se va a encargar de los niños, por eso hay que buscar y buscar, poniendo filtros que nos hagan descartar aspirantes en función de la edad, de la experiencia, de los estudios… Una entrevista en profundidad es necesaria, así como, una vez escogida, establecer un periodo de prueba de entre una semana o un mes, un periodo muy importante para que los padres permanezcan junto a ella para guiarle sobre las rutinas y los hábitos que deben seguir, un periodo en el que el pequeño se familiarizará con la recién llegada y los padres cogerán confianza.
No se adapta a la guardería
El camino de casa a la guardería se convierte, para la mayoría de los niños los primeros días en un verdadero paño de lágrimas. Pero, ¿qué pasa si no se adapta? En principio, los expertos recomiendan ser paciente, al menos durante los primeros 15 días, porque cada niño tiene su tiempo de adaptación. Si pasado ese tiempo, no se consigue, es mejor tomar medidas y buscar otro centro, compartir las dudas con sus educadores para qué se puede hacer o encontrar una cuidadora particular. De todos modos, la solución siempre se encuentra en nuestro sentido común.